Para afrontar gasto sin quedar en cero y mantener una cantidad que pueda sacarte de un apuro es necesario ahorrar.

Establece un presupuesto (con un objetivo a alcanzar): es importante que tengas en cuenta tus gastos fijos mensuales para calcular una meta de ahorro.

Si se te complican los números, hazte con una hoja de cálculo para tener las cuentas al día. Así, podrás controlar las cantidades que puedas guardar.

¡Nunca olvides de incluir un porcentaje para gastos variables! De este modo, si te “sobra” para salir una noche a cenar, te sentirás menos “atado” a un presupuesto.