Atiende tus finanzas en la juventud para disfrutar de tranquilidad económica en el futuro; lo primero es hacer un presupuesto y destinar parte del ingreso fijo al ahorro.
Trata de guardar el 20% de tus ingresos. La mitad debe ser destinado a lo que llama un “fondo de libertad a corto plazo” y el resto para objetivos a largo plazo y retiro.
El fondo de la libertad hará manejables los gastos inesperados.
Si puedes ajustar constantemente tu vida para poder ahorrar un 20% en total, conseguirás una base firme para tu seguridad financiera.
Si sientes que el 20% es demasiado, comienza con una cantidad más pequeña, pero aumenta el monto cada año.