Si se sabe con exactitud en qué se invierte el dinero, el siguiente paso es planificar de manera adecuada para poder ahorrar.

Al revisar tu presupuesto, enumera cada uno de sus gastos en orden de importancia. ¿Cuál de ellos consideras que podrías suprimir?

Diferencia entre tus deseos y tus necesidades. Quizás decidas que podrías preparar el almuerzo en casa para llevarlo al trabajo (en vez de gastar en comida preparada) o que podrías ir a un bar menos veces de las que actualmente vas.

Es recomendable eliminar uno o dos gastos en vez de reducirlos todos al mismo tiempo. Si lo haces progresivamente pronto podrás contar un una cantidad fija para invertir, y así multiplicar tu dinero.