Es la regla más simple de todas. Sin embargo, existen muchísimas personas que viven por encima de sus posibilidades.

Gastar más de lo que se ingresa lleva a endeudas, y cuando hay deudas es más díficil ahorrar.

Eso de pagar hipoteca, préstamo, comprar ropa/comida, colegiaturas, salir a cenar, vacaciones y después, y si sobra, ahorrar… NO funciona!!

Lo mejor es fijar un porcentaje de los ingresos para el ahorro. La cantidad la determina cada persona ajustando su presupuesto mensual para recortar gastos y poder ahorrar. Y es importante sentirse cómodo con ese porcentaje de ahorro.

Si para ti es difícil ahorrar, tal vez deberías empezar por solicitar asesoría para saber como hacerlo.