Pensar en el futuro puede resultar un momento estresante o de angustia, porque nadie puede predecir exactamente qué va a ocurrir en la vida. Nadie sabe cuántos años vivirá, y nadie puede tener certeza absoluta sobre dónde pasará los siguientes años de su vida.

Hay que enfrentar el futuro con un plan para sentirse más seguro.

Es frecuente que los jóvenes dejen a un lado sus planes financieros para el futuro, en especial cuando son planes a largo plazo.

Esto sucede porque se piensa que el momento de formar una familia, de dar una educación a los hijos, de alcanzar el éxito laboral, y de acceder al retiro, están demasiado lejos.

El tiempo transcurre muy rápido, el futuro ya está aquí.

Nunca se es demasiado joven para pensar y proyectar el futuro. Por esta razón, es necesario planificar el futuro financiero hoy.

¿Qué pasa si ya estoy grande y próximo al retiro? ¿Si me jubilé sin un plan financiero de vida? ¿Vale la pena tener un plan? La respuesta es SÍ: nunca es demasiado tarde para planificar el futuro.